Por Teresa Palomino
Estás embarazada y ya en las primeras consultas médicas te recomiendan la práctica de ejercicio regular mínimo tres veces por semana. No se aconsejan las actividades que impliquen impacto ni las competitivas.
Si practicabas algún deporte de impacto debes plantearte el dejarlo y cambiar de actividad. Y si, por el contrario, llevabas una vida más bien sedentaria, tienes que plantearte el inicio de alguna.
Lo más recomendable es realizar algún ejercicio cardiovascular suave (natación, caminar) complementado con una actividad que mantenga e incluso mejore tu fuerza, flexibilidad y equilibrio. Precisamente en este punto es cuando entra en juego el Pilates.
Sabemos que el Pilates es uno de los ejercicios más recomendados por los profesionales de la salud durante el embarazo ya que fortalece tu abdomen, espalda y músculos del suelo pélvico sin sobrecargar tus articulaciones
Así prevenimos posibles molestias debidas a los cambios que conlleva esta etapa y preparamos a estas estructuras que serán las más implicadas en el momento del nacimiento del bebé.
Pero hay que ser cautos a la hora de ponerlo en práctica, no todos los ejercicios de este método están indicados durante este periodo ya que la anatomía de tu pelvis y abdomen cambian considerablemente. Por ello, a la hora de plantearte el inicio de esta actividad tienes que rodearte de profesionales que sepan adaptar este método a cada etapa del embarazo adecuadamente para obtener todos sus beneficios sin arriesgar tu salud.